Estress, productividad y la teoría de la U invertida

Estress, productividad y la teoría de la U invertida
La teoría de la U invertida o ley de Yerkes y Dodson mantiene que existe una relación íntima entre la productividad y el nivel de estrés de los individuos

La teoría de la U invertida, antes conocida como Ley de Yerkes y Dodson, habla sobre la relación íntima que existe entre la productividad o el rendimiento, y el grado de excitación o estress de los individuos. Mantiene que el grado de productividad aumenta con la excitación fisiológica y mental, pero solamente hasta cierto punto. Cuando los niveles de estress son muy altos la productividad disminuye. Esta teoría tiene muchas aplicaciones en diferentes ámbitos de la vida como el deporte, los estudios y la actividad laboral, y también una base fisiológica.

Por qué es importante mantener un cierto grado de estress

El estress puede definirse como la reacción que surge ante ciertos estímulos o demandas. No es solo una respuesta, sino todo un proceso mediante el que valoramos y respondemos a las amenazas y desafíos que nos vamos encontrando. El psicólogo Richard Lazarus determinó que el estress surge más que de eventos o situaciones reales, de la valoración que nosotros hacemos de los mismos, con lo que podemos decir que tiene mucho de subjetivo, por eso no afecta de igual modo a todos los individuos.

Podemos hablar de dos etapas en la valoración del estress ante una situación, la primera se centra en la evaluación del estímulo en el momento, este puede ser irrelevante, benigno o puede ser considerado un peligro o un desafío, lo que nos lleva inmediatamente al siguiente nivel de valoración. En el segundo nivel analizamos la manera de hacer frente a la situación, valorando si hay daño, si es posible que lo haya en un futuro próximo y cómo podemos resolver el desafío.

Mantener unos determinados niveles de estress es positivo, pues nos ayuda a adaptarnos a las circunstancias siempre cambiantes de la vida. El estress nos empuja a la supervivencia, por lo que mantener unos niveles mínimos es imprescindible para que el cuerpo desempeñe bien sus funciones y para contar con los estímulos suficientes para actuar en cualquier situación.

La base fisiológica del estress 

El término médico arousal o nivel de excitación cortical es empleado en neurología, fisiología y psicología para hacer referencia a una activación general fisiológica del organismo que fluctúa desde el nivel mínimo situado en el sueño profundo, al máximo, que es el de la excitación intensa.

El arousal es regulado por el sistema de activación reticular ascendente. La corteza cerebral se excita como respuesta a los estímulos. En el estado de vigilia la actividad cortical de las neuronas aumenta, permitiéndonos hacer frente a las operaciones mentales y físicas que se nos plantean. Cuando dormimos o estamos descansando relajados, el nivel de actividad cortical se reduce al mínimo. En cambio, en los estados de alteración causados por emociones muy fuertes, por sentimientos de pánico o de estress muy elevados, la actividad cortical está hiperestimulada.

No obstante, las respuestas corticales ante los diferentes estímulos varían según los individuos. Dicho de otra manera, la personalidad determina la neurobiología del cerebro.

La activación cortical posibilita al individuo desempeñar las operaciones mentales y físicas que se le presentan, sin embargo, una sobreactivación puede derivar en un descenso de la productividad y de la motivación. La hiperactivación cortical se manifiesta en determinadas alteraciones que se hacen manifiestas en el organismo, como pueden ser la sudoración, la dilatación de las pupilas, el aumento del ritmo cardiaco, etc. Aprender a gestionar los niveles de ansiedad y de estress parece pues una cuestión clave.

Ley de Yerkes-Dodson

En 1908 los científicos Robert M. Yerkes y John Dillingham Dodson, tras la elaboración de varios estudios, propusieron una ley que lleva su nombre y que tiene su base en la neurobiología de la activación cortical. De modo resumido, la ley de Yerkes y Dodson dice que el rendimiento mejora cuando las personas alcanzan el grado óptimo de activación arousal, pero tiende a decaer cuando lo superan.

La representación gráfica de la ley de Yerkes y Dodson puede hacerse con una U invertida, una parábola de campana. La teoría de la U invertida está aún hoy en día de plena actualidad.

En la representación de la teoría de la U invertida se aprecia como la parte ascendente refleja la parte estimulante de la actividad arousal, mientras la parte descendente señala los efectos negativos a los que lleva un exceso de estrés.

La atención, la memoria, la agilidad física y la toma de decisiones son todos factores que se ven afectados por el nivel de excitación cortical y que por supuesto influyen en la productividad de los individuos.

Los primeros experimentos que desarrollaron Yerkes y Dodson para demostrar su teoría fueron con animales. Colocaron a ratas dentro de un laberinto del que debían salir y comprobaron que someterlas a pequeñas descargas eléctricas hacía que lograran salir antes. En cambio, si las descargas eran excesivas las ratas solo corrían para huir y no para encontrar antes la salida del laberinto.

El cerebro trabaja siempre detectando los peligros y amenazas reales o percibidas que pueden afectar a los individuos. Si percibe un nivel de amenaza elevado incrementa el arousal y este sobrepasa los niveles óptimos con lo que se perderá efectividad y menguará la productividad.

Como vemos lo importante es saber moverse dentro de la escala adecuada, es decir, situarse en el punto correcto que señala la teoría de la U invertida para el desempeño de cada actividad. El estress y la percepción de amenazas pueden resultar estímulos positivos si nos empujan a actuar positivamente. Por ejemplo, ante un examen o la necesidad de presentar un proyecto en un determinado plazo, el estrés nos motivará a prepararnos, a estudiar y a hacer todo lo posible por estar listos a tiempo. Este es un tipo de estrés positivo, que nos ayudaría a colocarnos en la parte ascendente de la u invertida hasta alcanzar el nivel óptimo de productividad.

En cambio, si el estress es excesivo, muy continuado en el tiempo, o se produce un sentimiento de angustia, el rendimiento, la capacidad de pensar y de actuar se verán afectados de manera negativa. Nos situaremos en la parte descendente de la campana invertida y nuestras decisiones seguramente no sean las más acertadas.

Si este estado se mantiene durante mucho tiempo, las personas se ven afectadas en su vida diaria entrando en estados negativos e incluso de depresión.

La productividad y la teoría de la U invertida

La Teoría de la U invertida puede ser aplicada a ámbitos muy diversos de la vida, desde el rendimiento deportivo, a los estudios y la vida laboral. Encontrar el nivel óptimo entre motivación y rendimiento se vuelve fundamental para que cada individuo alcance su grado máximo de rendimiento

Se han sucedido diversas investigaciones que han llegado a determinar que el nivel óptimo de activación arousal varía en función de las actividades y también de los individuos. Y se han determinado 4 factores que pueden afectar a la curva:

  • La personalidad de los individuos: Por lo general se plantea que un individuo extrovertido soportará mejor la presión y tendrá por tanto un rendimiento mayor que uno introvertido.
  • El nivel de habilidad: El conocimiento de la actividad, las horas de entrenamiento, por ejemplo, en el caso de los deportistas, harán que les resulte mucho más fácil desarrollar las tareas. En tareas simples o bien aprendidas el rendimiento aumenta a medida que lo hace la presión. En cambio, en tareas más difíciles o desconocidas la relación estress productividad se invierte al llegar a cierto punto. 
  • El rasgo de ansiedad: La confianza en uno mismo es un factor estimulante que otorga seguridad a la hora de enfrentarse a los retos.
  • La complejidad de la tarea: Evidentemente no requiere el mismo grado de atención y no resulta igual de estimulante realizar una tarea rutinaria y repetitiva como puede ser hacer fotocopias, que una más compleja como realizar un informe o preparar un proyecto.

El nivel ideal de estress varía de una tarea a otra en función de su complejidad. Un deportista de élite sin estímulos no dará lo máximo de sí mismo, pero en condiciones de presión elevada puede fallar, lo que no haría en el estado óptimo de presión.

Para las empresas la productividad es lo más importante, y esta se determina por la utilización óptima de los recursos en el menor tiempo posible. Para esto es indispensable contar con un personal debidamente motivado. El rendimiento aumenta cuando las personas experimentan un nivel moderado de presión.

Un buen jefe de personal debe conocer bien a su plantilla y saber cuál es el nivel de presión y cuáles son las tareas en las que cada trabajador puede ser más efectivo. Esto redundará en un mejor ambiente de trabajo, basado en el justo nivel de exigencia y valoración. Una carga excesiva de trabajo puede ser una fuente de estrés negativo que hará que los trabajadores no puedan dar lo mejor de sí mismos. En cambio, los trabajos simples o rutinarios pueden no ser lo suficientemente estimulantes.

Tener en cuenta la teoría de la U invertida puede ser una ayuda a todos los niveles en los que sea necesario mantener un grado de productividad, ya sea afrontar el trabajo, dirigir una empresa, prepararse como deportista de élite o presentarse a un examen, Saber manejar el estress y la ansiedad, conocer nuestra personalidad y prepararse acorde a la complejidad de las tareas, nos ayudará a mejorar nuestro rendimiento.

Comentarios (2)

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Matias

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Buenos dias! Actualmente me encuentro haciendo un trabajo de Investigación sobre la Teoría de U invertida. Su articulo científico sobre este tema me pareció excelente, pero me gustaría saber mas sobre como una persona que se encuentra sumido en efectos negativos como lo es el estres, ansiedad, ect. Pueda lograr revertir eso, canalizarlo y usar esos índices a su favor a pesar de estar en un ambiente que caracteriza eso como imposible.
Me despido con un saludo cordial esperando su respuesta.

Rosa Lynn

Enviado el

Hola, Matias... No soy la autora de este lindo artículo, pero me gustaría responder:
Me parece que tu consulta se escapa del proceso neurobiológico y se comprende mejor desde la psicología, ya que la personalidad y su condicionamiento son factores que pueden alterar la respuesta ante el estrés. Primero se podría controlar el estrés controlando la producción de cortisol, como hacer ejercicio físico de mediano/alto impacto. Luego tener en cuenta que hay condiciones que podemos o no controlarlas. Entonces las que sí podemos controlar, deberíamos hacerlo, como los cambios de conducta, abandono de prácticas nocivas, de lugares, de personas; o la búsqueda de algún objetivo personal, la acción, la práctica, el atrevimiento. No se trata de que sea imposible o no, se trata de la perspectiva.

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